lunes, 9 de abril de 2012


INOCENCIA ENTERRADA

La carretera vieja Los Teques ubicada vía al Estado Miranda, se caracteriza por las barriadas que se encuentran en el camino, una de las tantas barriadas que se encuentran allí llevan por nombre La Esperanza A, casas de diferentes colores y tamaños, mucho de sus habitantes sin de buen corazón, personas trabajadoras y llevan tiempo viviendo en esta zona.

El dueño de una de las casas del sector, Ramón Sánchez quien trabaja de vigilante en un barco y tiene por esposa a María Puchete la cual no trabaja solo se encarga de las labores del hogar, los dos casados desde hace 20 años y quienes tuvieron como fruto de este matrimonio a siete hijos, siendo la menor una niña de 13 años llamada Carmen María Sánchez Puchete, quien estudiaba en el séptimo año de bachillerato, en un colegio que se encuentra cerca de su casa.

La Señora María estuvo por mucho tiempo muy feliz de vivir en ese lugar, le gustaba el clima, los vecinos, pero hace poco le dijo a su esposo:

-           Creo que ya deberíamos mudarnos de esta casa, buscar un sitio más seguro todos los días hay un muerto diferente gracias a los malandro que hay.

-           No te preocupes, estoy considerando eso desde hace un tiempo- dijo como respuesta el problema de su esposa- la cosa aquí en el barrio están un poco peligrosas aunque me daría dolor mudarme.

La hija menor Carmen, escuchó la conversación y se molesto mucho, diciéndoles a sus padres:

-           Yo no me quiero mudar de aquí, esta ha sido nuestra casa desde toda la vida y aquí tengo a mis amigas. Si quieren ir váyanse ustedes pero yo no.

Tanto Sánchez como su esposa le tenía mucho apareció a la casa pues desde que se caso con ella vivían allí y todos sus hijos han crecido en la casa, compartían el mismo sentimiento con su hija. Pero le daba la razón a su mujer, pues el barrio estaba tornándose muy inseguro y le daba miedo tanto a él, como a su esposa o a sus hijos les fuesen a pasar algo.

Paso el tiempo y Sánchez continuaba buscando una casa para mudarse con su familia. Un día del mes de marzo todo transcurrió tranquilo, la señora María se levantó hacer la comida de su esposo y de sus hijos, se despidió de cada uno de ellos y le deseo buen día. Ya para horas de la tarde llega su hija Carmen del colegio se cambia de ropa y se pone hablar con su mamá, en ese momento la madre manda a su hija a comprar algunos cosas que hacían falta para la cena en la bodega, sin saber que esa era la última vez que iba a ver su hija con vida. En el camino Carmen se encontraba cruzando hacia el abasto, cuando de repente llegan dos hombres en una moto y empiezan a dispararles a dos personas que se encontraban en la esquina, Carmen quedo en el medio del tiroteo y donde fue alcanzada por dos tiros en la cabeza, muriendo de inmediato en el lugar.

La familia Sánchez todavía no cree que esto haya pasado, se encuentran muy consternados y tristes por su gran pérdida. Solo esperan que se haga justicia porque le arrebataron la vida a una niña que tenía todo un futuro por delante.

Aliarly Carrillo

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