Otra víctima de la “sensación” de inseguridad
Isaías Viso, es un hombre de 52 años de edad que dedica su vida a la reparación y mantenimiento de cámaras de televisión. Se ha esforzado tanto en especializarse en este ámbito que hoy en día es uno de los pocos venezolanos que trabajan con los últimos modelos de cámaras Sony y Panasonic. Por esta razón, canales de televisión y productoras buscan de sus servicios para reparar sus equipos, dando como consecuencia que Isaías este en una buena posición económica.
El pasado 14 de Octubre, Isaías llegó como todos los días en la mañana a su taller, y al abrirlo quedó asombrado ante lo que tenía ante sus ojos. Todas las herramientas, cámaras e instrumentos de trabajo habían desaparecido, no quedaba en el lugar más que un grupo de estantes, una silla y una mesa de trabajo, todos las costosas cámaras en las que estaba trabajando se las habían llevado junto a sus herramientas del trabajo. Isaías, como otros muchos venezolanos, sufrió por la inseguridad.
Este relato es solo uno más de la larga lista de personas que a diario sufren de hurtos y robos en la ciudad capital. Tal vez lo más lamentable de hechos como este no sea la pérdida material de los equipos, sino como en Venezuela tienen que sufrir las personas que trabajan, se preparan, y cumplirán una función de vital importancia en el avance de este país.
En este caso, las personas que salieron beneficiadas fueron aquellas que hurtaron estos equipos, no los han capturado y probablemente jamás les caerá el peso de la ley. Por otra parte Isaías Viso, venezolano trabajador y preparado simplemente sufre por la pérdida de estos objetos y es probable que nunca se le devuelva todo lo que le han quitado.
En un país que necesita avanzar esta situación debe ser inaceptable para el gobierno nacional, quienes afirman que la inseguridad es más una sensación que una realidad. Es importante que cada venezolano cuestione este argumento y se pregunte ¿es este el gobierno que hará que Venezuela avance?, ¿la inseguridad es realmente una sensación, o no somos todos testigos de lo contrario?
Luis F. García A
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