martes, 30 de noviembre de 2010


Alumnos claman por soluciones

Estudiantes de la Usm preguntan por el destino de sus pagos

Entre los principales comentarios se mostró el descontento 
en el préstamo de los servicios de seguridad, agua y el desempeño del profesorado.

Como de las principales problemáticas que aquejan las vidas de los estudiantes de la Universidad Santa María, está la relación existente entre el monto pagado cada semestre y la calidad recibida en lo que ellos mismos denominan como “servicios básico”, información que nos fue suministrada el lunes 24 de diciembre del presente año, al recoger la opinión de varios de los afectados.

Es preciso comentar que al momento de realizar las entrevistas, el centro de educación padecía desde hace más de dos días por la falta de agua, viéndose reflejado principalmente en el estado de sus baños, donde el personal de limpieza les advertía a los alumnos sobre la situación, quedando bajo su decisión hacer uso de los mismos.

Ante la pregunta sobre si estaban de acuerdo con las matrículas cobradas por la Usm y si tales aumentos se veían evidenciados en mejoras en los servicios, pudimos obtener respuestas como la de Marshaling Gómez, quien aseguró que día a día encuentra mayor número de fallas en la universidad, resaltando como su mayor preocupación el tema del poco alumbrado de los espacios de los estacionamientos.

Por su parte, Sthephany Verde, estudiante de odontología, comentó que “mi carrera es una de las más costosas y cada semestre nos aumentan más, hace poco el incremento fue tal que tuvimos que acudir ante el Indepabis para que aplicaran una regulación en los costos de  inscripción, sin embargo subieron pero no tanto e igual se siguen metiendo a los salones y nos atracan a mano armada”.

Sumando a las opiniones manifestadas por Gómez y Verde, está la de Gabriela Rodríguez, quien pertenece a la Escuela de Comunicación Social y expresa que su mayor queja va dirigida a una pequeña parte del profesorado, explicando que son reiteradas las oportunidades en que los educadores dejan de asistir a los salones de clases sin ningún tipo de aviso ni explicación, “ojo no son todos, pero es una falta de respeto para nosotros, debido que muchos vivimos lejos y el recorrido que tenemos que hacer es largo para obtener esas horas de educación por las cuales pagamos”.

Estos tres testimonios fueron tan solo una pequeña muestra de los comentarios recibidos, de los cuales de diez personas entrevistadas no se recibió ninguno que apoyara o tratara de explicar la actual situación por la cual atraviesa la Usm.

Máximo Orozco


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