Volver al futuro
Muchas personas en el pasado se han preguntado como serian la tecnología en el futuro y de que manera funcionarían. Referencias visuales de cosas como Los Supersónicos o la película Back to the Future, eran elementos que nos ayudaban a jugar con nuestra imaginación, hablar sobre carros o patinetas voladoras, vídeos llamadas y miles de cosas que en nuestra mente parecían inaceptables.
Hoy en día es diferente. Es muy difícil impresionarse porque ya no estamos muy lejos de esa realidad. Vivimos en un momento tecnológico en el que la ciencia avanza de una manera veloz y excesiva en diferentes campos.
La música no es una excepción en la evolución tecnológica. Los métodos de grabación han cambiado y se dividen en dos períodos: el histórico o análogo y el computarizado o digital.
Para entender estos términos, utilicemos como ejemplo los relojes: aquellos que dan la hora a través de manecillas son análogos, porque sus agujas recorren todos los puntos del cristal.
Si este ejemplo lo transportamos a una cinta y lo aplicamos a un proceso de grabación, veremos que las cabezas de grabación analógicas van marcando toda la superficie de la cinta. En un proceso de grabación digital, en cambio, se van registrando puntos de información claves, sin pasar por todo el recorrido.
Uno de los avances más importantes dentro del mundo de la producción musical es el sistema denominado MIDI (Musical Intrument Digital Interface). Este es una herramienta poderosa tanto para composición como para enseñanza de la música y consiste de un protocolo de comunicaciones que permite conectar diversos instrumentos musicales entre sí o con computadoras y hacerlos trabajar en conjunto.
Usualmente se dispone de un controlador que puede ser un teclado y una computadora equipada con el programa. Lo interesante de este sistema consiste en que no graba propiamente un sonido, sino la traducción del mismo a un código especial y lo registra como notas musicales, asignándole a cada una la duración, volumen y altura (qué tan grave o aguda es). Así, es posible reproducirlo en otro instrumento, manipularlo o escribirlo en una partitura.
En el estudio de grabación, el MIDI posee variados usos, por ejemplo, a través del sintetizador se puede grabar, canal por canal, toda una orquesta, con el sólo recurso de la interfaz y su capacidad de ejecutar sonidos de diversos instrumentos.
Los últimos adelantos permiten además que un sonido grabado por medio de un micrófono pueda ser re-interpretado a través de cualquier otro instrumento, o bien, quedar registrado como partitura musical. Actualmente, es posible grabar un set de tambores y después hacer que las percusiones suenen como piano. Estos sonidos pueden ser modificados total o parcialmente, lo que permite afinarlos, alterar su rítmica o ponerlos en otra escala y viceversa; se puede tocar una batería en un teclado, donde es posible alterar el sonido del bombo, cambiar el tiempo, subirle el tono o el volumen, cambiar la ecualización, incorporarle timbres de otro instrumento, etc.
La tecnología a medida que avanza nos da herramientas que nos facilitan cada día nuestras vidas, pero nunca hay que dejar a un lado y recordar nuestra esencia.
Franco sala
No hay comentarios:
Publicar un comentario