lunes, 29 de noviembre de 2010


A 20 años del deceso de la Reina
Freddie Mercury, una verdadera leyenda
Una de las estrellas del rock más reconocidas a
nivel mundial muere hace un par de décadas
a causa del virus del VIH Sida. Muerte que fue
aleccionadora para muchos y dolorosa para todos.
Todos estamos acostumbrados a recordar a Freddie Mercury encima de un escenario, vestido de cuero o con retazos de franelas y shorts bien ajustados. Deleitando a todo el público con su potente voz, llenando estadios y corriendo de un extremo del escenario al otro.
También era costumbre escuchar de sus fiestas donde las drogas y el sexo eran el plato fuerte de la noche. Incluso se sabe de aquel famoso comunicado donde Mercury declaraba estar enfermo de SIDA. Sin embargo, es muy poca la información existente sobre las últimas horas de La Reina del Rock. Solo alguno de sus amigos mas cercanos y Jim Huttom quien fuera su pareja incondicional a través de los años, estuvieron con Freddie en esas últimas horas de vida.
Tímido, pero extrovertido, exigente, pero generoso, temperamental pero bondadoso, Freddie Mercury era un gran perfeccionista con una personalidad tan complicada como el éxito arrollador del que disfrutó con Queen. El sabía tan bien a donde iba que quería llegar antes de que el mundo se lo permitiera.
El siempre teatral, hijo de un funcionario británico, nacido en Zanzíbar, criado en Bombay y que maduró en Londres, fue especialista en llamar la atención del público. Diseñó y cuidó su provocativa estética, sin ambigüedades, no tardó en alardear de su promiscua vida sexual. En cierta ocasión llegó a afirmar que tenía mas amantes que Liz Taylor.
Su enfermedad le cambió su forma de ver la vida, no tenía porque disculparse por su pasado, pero ahora su ritmo de vida sería otro. Se encerró en su casa convirtiéndola en una clínica, donde luchó contra el SIDA y continuó trabajando con su banda. Las últimas canciones que escribió reflejan un estado de ánimo defensivo, supo que no tenia mucho tiempo de vida y de alguna manera lo deja entrever en sus letras. El avance de la enfermedad provocó una menor presencia del cantante en sus videos, cuidando mucho la iluminación de su rostro para no mostrar la dura huella de esta enfermedad, sin embargo, deseaba demostrar el mismo desenfado y burla que lo caracterizaba.
En su último videoclip musical aparece cuidadosa y exageradamente maquillado, para disimular los avances del mal que lo asechaba. Quiso evitar la publicidad en todo momento para preparar todos los detalles antes de su muerte. Regaló las casas y automóviles a sus amigos, grabó una serie de videos en donde hablaba sobre el SIDA para que fueran emitidos después de su muerte. Y en su testamento dejó claro que parte de su fortuna iría destinado a la lucha contra esta enfermedad.
Extremadamente delgado, virtualmente ciego, sedado y sin apenas poder hablar, así pasó sus últimos días la primera estrella de rock que muere a consecuencia del SIDA. La enfermedad y muerte de Mercury confirmó las sospechas de muchos tras las publicaciones de imágenes determinantes y las pocas apariciones del cantante.

Huttom cuenta que Mercury sufría día tras día con fuertes dolores y que la última vez que lo vio consiente fue el viernes 21 de noviembre de 1991. Ese día había regresado a su mansión Garden Lodge, ubicada en Londres. Cuando Jim subió a su habitación a verlo, se recostó a su lado y el cantante le dijo tras un breve suspiro: "Pronto el mundo lo sabrá". Freddie hablaba de la carta en la cual informaba sobre su delicado estado de salud, carta que sería entregada a la media noche a la prensa internacional, con la intención de que los periódicos amarillistas que habían especulado sobre su estado no tuvieran la primicia.

En el último instante, Jim tomó a Freddie entre sus brazos, lo cubrió en besos y lo observó entre lágrimas. Dijo que lo veía radiante, lleno de luz, en descanso, como si todo lo malo hubiese desaparecido al final, volviendo a ser aquel Freddie que estremeció al mundo con su voz, su encanto y su arte inigualable.

Ana María Campelo

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