lunes, 9 de abril de 2012


Caracas, ciudad del delincuente

Pan nuestro de cada día

Los conductores y  pasajeros, están cansados de tanto maltrato por parte de la delincuencia en los transportes públicos.

Viajar en un bus de transporte público es una actividad normal y obligatoria en la vida de mucha gente que va a su trabajo, a la universidad o se traslada dentro de la ciudad. Sin embargo en Venezuela, la inseguridad es uno de lo más grandes problemas del país y éste influye en el robo en los transportes públicos. Especialmente en el Distrito capital, es donde se ve más con frecuencia este problema.

En algunos casos los ladrones se visten y se hacen pasar como funcionarios y hacen parar a las camioneticas por llamado de alta voz, en otros casos, los ladrones lanzan obstáculos en la vía, o lanzan pelotas con tachuelas para que el bus se les espiche los cauchos.

Carlos Milano, de 25 años de edad, ciudadano de Guatire y víctima del robo de esta clase, tomándose un café me asegura que, “en menos de seis meses lo han robado tres veces, últimamente ha optado por salir sin teléfono porque según el “le sale más barato que mantener a los ladrones”.

El joven, cuenta su historia, como si hubiese pasado ayer. Expresa que en uno de los atracos, iba en una unidad, de las que tenía aire y papel ahumado, cuando se subieron tres sujetos, calcula él que no pasaban de los 18 años.

Cuenta que cuando iban por la autopista, los tres sujetos, sacaron cada uno un arma de fuego y sometieron al conductor y los pasajeros. Mientras uno le indicaba al chofer por donde debía meterse,  los otros dos pasaban puesto por puesto, quitando teléfonos, joyas, dinero y todo lo que les parecía valioso”.

En un reporte anterior hecho por el equipo de Diario La Voz, en el cual se entrevistaron a diversos conductores de las líneas que cubren la ruta Petare-Guarenas, los mismos informaron que acontecimientos como el anteriormente narrado lo viven los transportistas y pasajeros a diario y en cualquier hora del día. Conductores informan que más de 70 autobuses de la línea, que cubre la ruta entre Caracas, Petare y Guarenas por la Autopista Gran Mariscal de Ayacucho, han sido atracados en los que va de año.

Los transportistas califican una pérdida de tiempo el esfuerzo que han hecho de pararse de madrugada todos los días, y días feriado para ser victimas del robo en sus propios transportes públicos. Se necesita protección a las 24 horas, pedirles a las autoridades un mejor sistema de seguridad que les permita trabajar tranquilos, sin ser victimas del hampa que tiene aterrorizada el país. La mayoría de los asaltos son en las noches y lamentablemente no hay casi patrullajes en la vía, razón por la cual, cuando los transportistas son atacados no hay policías en el lugar.

Maryuri Urbina, estudiante de la Universidad Santa María, en una cita afirma que, ha sido victima de 2 robos, en la ruta de la California hasta la universidad. Expresó que los robos han sido muy rápido, siempre son entre tres a cuatro sujetos que suben armados y les quitan sus pertenencias.

Para Urbina “necesitamos más seguridad en los transportes, cada vez que entro a uno de ellos, siento que me van a robar, una vez dentro solo estoy pendiente que nadie se me acerque, o que si están en actitudes sospechosas”, dijo.

Quién no ha sido víctima, o por lo menos testigo, del robo de un teléfono celular o del arrebato de un bolso. Se calcula que a diario cientos de personas son presas de los malhechores dedicados al delito menor, principalmente en esquinas y callejones de zonas marginales, así como en los alrededores de mercados y locales comerciales.

Los controles implementados por la Policía Nacional para contrarrestar los atracos que se vienen cometiendo tanto en buses urbanos como intermunicipales, no han reducido las cifras de robos, según las reuniones de transportadores.

Heridos y muertos abundan por ser victimas de estos delincuentes. Las personas están cansadas de tanto maltrato de esta clase. Que pasará con la sociedad del mañana, cuando el porcentaje suba cada vez más en cuanto al robo en todas sus particularidades.

Las comisarías de Policía registran denuncias diarias debido a este problema, pero no se lleva a cabo una solución para combatir esta dificultad.

Crear planes con fines de protección de los ciudadanos y a los conductores de transportes públicos, para que este problema vaya disminuyendo al pasar del tiempo, y en Venezuela, haya un poco más de tranquilidad y menos preocupación de aquellas personas que tienen que madrugar para laborar, haya menos heridos y menos muertos.

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