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PROTESTANTES EN CONTRA DE LA AUSTERIDAD.

Un aproximado de 72.000 personas se manifestaron en toda España, con una cifra cercana a 30.000 manifestantes en Barcelona y casi 22.000 en Madrid, los españoles indignados  por las perspectivas económicas que cada vez se tornan más sombrías y el desempleo que golpea a uno de cada cuatro ciudadanos ubicados en las principales ciudades del país resulta ser un motivo de desesperación.

El primer ministro Mariano Rajoy  dijo ante los medios en una rueda de prensa, que 72.000 personas se manifestaron contra las medidas gubernamentales en Madrid, Barcelona y otras seis ciudades.

Las autoridades advirtieron que no permitirían que nadie acampara durante la noche, mientras los manifestantes querían repetir la hazaña que hicieron el año pasado, los protestantes se quedaron donde estaban después de un plazo de medianoche, para dispersar la multitud se pronunciaron más de 2.000 policías antidisturbios, sin embargo estos no hicieron ningún esfuerzo inmediato para forzarlas a salir.

"Yo estoy aquí para defender los derechos que estamos perdiendo y para los jóvenes que lo tienen tan difícil", "Están mejor educados que nunca. Pero ellos no tienen trabajo. Ellos no tienen nada. Están detrás y van a seguir así. ", dijo Roberto Alonso maestro de 57 años de edad.

Al menos 22.000 personas se alzaron en Barcelona, la segunda ciudad más grande de España. Las marchas se celebraron en Bilbao, Málaga y Sevilla, y los simpatizantes de otros países llevaron a cabo protestas en toda Europa.

Las protestas comenzaron 15 de mayo del año pasado y atrajo a cientos de miles de personas que se hacen llamar el Movimiento indignado. Las manifestaciones se extendieron por toda España y Europa, el sentimiento anti-austeridad creció.

España se encuentra en una situación económica desesperada, lo que provocó temores de que puedan necesitar un rescate similar a los solicitados por Grecia, Irlanda y Portugal. Se encuentra en recesión y el desempleo se sitúa en casi el 25% - el más alto entre los 17 países que usan el euro. Uno de cada dos españoles menores de 25 años está sin trabajo.

Gobierno conservador del primer ministro de Mariano Rajoy ha promulgado profundos recortes al gasto para reducir la deuda nacional, pero muchas personas culpan a las medidas para profundizar la difícil situación financiera de las familias.

Javier Colilla, un estudiante universitario de 27 años de edad, dijo que protestaron en Madrid porque la situación económica de España parecía que iba en espiral hacia el caos."Hemos tenido esta crisis desde hace cuatro años, pero se siente como si estuviera empezando", la multa importante las artes, dijo.

Por otro lado, un joven recién licenciado que aun vive con sus padres sin revelar su identidad se expresó, "En este momento estoy pensando en mi mejor opción será la de ir a Alemania, donde puedo lavar los platos, hacer un poco de dinero y aprender alemán", dijo. "Las perspectivas de conseguir un trabajo en España son prácticamente inexistentes."

“Aunque hemos logrado algunas cosas, la situación es mucho peor ahora, así que tenemos que seguir luchando para hacer las cosas mejor y por eso estamos aquí hoy ", dijo, la activista Ana Pancorvo de 43 años.

Antonio Barroso, un analista con sede en Londres Europa por la firma consultora Eurasia Group, dijo que las protestas probablemente "no tienen ningún impacto sobre la estrategia del gobierno (español)" para calmar a los inversores internacionales por la pervivencia de su campaña de austeridad de controversia.

Las protestas también tuvieron lugar en Londres y otras ciudades europeas, y se han previsto en los países sudamericanos, incluyendo Brasil y Chile. En Londres, varios cientos de manifestantes anti-capitalistas del movimiento Ocupar marcharon pacíficamente a través del distrito financiero de Londres, reuniendo frente a las oficinas de los bancos internacionales.

Cientos también salieron a las calles de Bruselas y Lisboa, Portugal, pero la participación fue menor que el año pasado. Los manifestantes pidieron a los gobiernos a adoptar medidas, incluyendo un impuesto global sobre las transacciones financieras.

Orlan Viloria