martes, 12 de junio de 2012


LOS ROQUES PARA DOS
 “Ya teníamos dos semanas sin hablarnos, habíamos peleado y ella no quería ceder ni perdonar mi error de haberme ido a tomar unas copas sin avisarle. Había intentado todos los medios posibles de contactarla, llamadas, mensajes de texto, emails, notas de voz, flores, y hasta una pancarta que le mandé a hacer para colgarla en la calle donde vive. Todo eso, sin ningún resultado.
Hasta que me animé, pensé en jugarme la última carta, y sin reparo, salí a comprar dos pasajes a Los Roques. Luego contraté una habitación en la posada más romántica que conseguí, y me dispuse a dejarle un sobre en su edificio, con los pasajes adentro y un mensaje que decía: Salimos mañana a las 8am. Espero por ti en Maiquetía. Perdóname.”
Esta es la historia de Juan Carlos González y Ana Rodríguez, dos enamorados que -como tantos- visitan cada año Los Roques para revivir una historia de amor que ya se acerca a la década. Juntos, tomados de la mano, caminan por la blanca arena, dejándose mojar por las aguas cristalinas que rodean Gran Roque, al mismo tiempo que disfrutan un coctel de frutas y cuentan su primera vez en este paraíso tropical.
Llegar a Gran Roque -isla principal del archipiélago que conforma el parque nacional Los Roques- puede resultar una odisea sino se reserva con tiempo, ya que las ofertas de vuelos son escasas, la demanda es alta, y por ende los precios son elevados. Una de las opciones más seguras y que garantizan un buen servicio es la de Aerotuy, con salidas diarias en diversos horarios y precios según la temporada (http://www.tuy.com/los_roques_itinerarios.html).
A pesar de ser un rectángulo de apenas 36,3km2, el archipiélago está compuesto por cincuenta cayos, trescientos bancos de arena y casi cuatrocientos arrecifes coralinos. Todo un despliegue de adornos naturales que embelesan y deslumbran a quien los visita. “No hay una puesta de sol como en Los Roques, ni agua tan clara, ni sol tan radiante. Gente amable dispuesta a hacerte pasar los mejores días de tu vida”, afirma Manuel Valladares, turista español que regresa por tercera vez. “Trato de venir por lo menos una vez al año, visito a mi familia en Caracas, y paso por Los Roques como parada obligada” comenta.


Gran Roque con sus calles de arena, sus techos de palma, da la bienvenida al viajero. Niños corriendo, descalzos, jugando fútbol en la plaza Bolívar, develan una inocencia envidiable, producto de la vida aislada, donde la cálida brisa peina la tarde, y baja deslizándose por una verde montaña que los cobija haciendo contraste con la aridez propia de un paisaje marino. Sin lujos, ni autos, ni hoteles cinco estrellas. Sólo posadas acogedoras podremos encontrar, con una arquitectura sobria, paredes blancas en su mayoría, dejando caer cocotales, palmeras, cayenas y flores silvestres. Muy bien cuidadas eso sí, abriendo sus puertas y cautivando con una atención esmerada al turista.
Descanso sin igual
Resulta imposible en un sólo artículo profundizar las bondades de cada posada, todas tienen un encanto propio que bien vale la pena descubrir. Sin embargo, hay dos posadas que a pesar de no ser tan accesibles económicamente, resultan un gasto más que justificado si queremos conquistar al ser amado, reconciliarnos, celebrar un aniversario o simplemente disfrutar en pareja unos días de tranquilidad junto al mar. Una de ellas es La Terraza (http://www.laterrazalosroques.com/), una posada boutique con aires mediterráneos que conjuga los ingredientes fundamentales para una excelente estadía: habitaciones impecables, exótica gastronomía caribeña, espacios acogedores, atención personalizada desde el aterrizaje hasta el despegue de partida, traslados a los cayos y múltiples actividades recreativas como complemento.
Otra opción no menos importante es la Posada La Gotera (http://www.posadalagotera.com/index.php), una casa de seis habitaciones a pocos pasos del mar, con una vista inigualable que permite a sus huéspedes contemplar los más extraordinarios atardeceres en una terraza llamada Art Café, donde además se dan cita las más importantes agrupaciones musicales del país. Para otras alternativas de hospedaje pueden visitar el portal web: http://www.los-roques-reservation-center.com/
No sólo es playa, sol y arena
Si bien Los Roques brinda al turista una lista inigualable de opciones para deleitarse, con hermosos cayos, aguas cristalinas, manglares, una impresionante fauna marina, avistamiento de aves, paseos en lancha, pesca deportiva (http://www.chapisportfishing.com/pages/losroques.html), snorkeling, buceo (http://www.divevenezuela.com/buceo-en-venezuela/los-roques/escuela-de-buceo.html) y excursiones al Faro Holandés en Gran Roque, existe una novedosa alternativa para aquellas parejas con un espíritu más activo que desean disfrutar el paisaje marino de una forma diferente.
Con esta idea nace la empresa de turismo deportivo Play (http://www.playlosroques.com/), que desde hace dos años brinda a los visitantes del archipiélago la posibilidad de aprender y practicar las dos disciplinas deportivas acuáticas que más en boga han estado a nivel mundial, como lo son: KiteBoarding y SUP (Stand Up Paddling). “Es una experiencia gratificante, poder navegar por ti mismo alrededor de los cayos, ver paisajes inéditos, darte un chapuzón y compartir con tu pareja una forma divertida de turismo”, afirmó Mariana Rodríguez, asidua visitante del parque nacional y fanática de este deporte desde hace seis meses.
El Kiteboarding es un deporte de deslizamiento que radica en el uso de una cometa y una tabla o esquí, permitiéndole al deportista -gracias a la fuerza del viento-  desplazarse por la mar. El SUP por su parte, consiste es navegar sobre una tabla muy parecida a las de surf, de pie y utilizando un remo que facilita el desplazamiento por las tranquilas aguas roqueñas. Normalmente se realiza en grupo o en pareja, es de fácil aprendizaje -el curso previo dura aproximadamente una hora- y permite al visitante conocer parajes diferentes, hacer deporte y divertirse de forma sana; fomentando siempre, en cada una de las actividades, una conciencia ecológica y un compromiso de desarrollo sustentable.
Al caer la noche
Un viaje para dos no está completo sin una noche de fiesta que libere el estrés y permita sacudir el esqueleto. Los Roques no es la excepción, a pesar de su tranquilidad y ambiente ideal para relajarse, cuenta con dos excelentes opciones para oír buena música, degustar una delicada propuesta culinaria y sumergirse en extravagantes cocteles preparados por reconocidos bartenders.
Una de los sitios preferidos por los turistas es Arrecife Café (http://www.facebook.com/arrecifecafe/info), con estilo moderno, buena atención y los mejores mojitos cubanos de la isla. Y un poco más cerca del aeropuerto, se encuentra Aquarena Café (http://www.infolosroques.com/bares-tiendas-y-restaurantes/aquarena), un lounge minimalista a orilla del mar donde podrán saborear parte de la gastronomía roqueña, en especial las camaiguanas chips, y quedarse hasta bien entrada la noche catando exóticos licores y bailando estilizados ritmos electrónicos.
Los Roques resulta sin lugar a duda el plan ideal para compartir en pareja, de manera divertida, en sintonía con la naturaleza, olvidando el estrés de la ciudad y dejándose llevar por la magia del Caribe y su gente.
JULIO CÉSAR MONTOYA

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