LOS ROQUES PARA DOS
“Ya teníamos dos semanas sin hablarnos,
habíamos peleado y ella no quería ceder ni perdonar mi error de haberme ido a
tomar unas copas sin avisarle. Había intentado todos los medios posibles de
contactarla, llamadas, mensajes de texto, emails, notas de voz, flores, y hasta
una pancarta que le mandé a hacer para colgarla en la calle donde vive. Todo
eso, sin ningún resultado.
Hasta
que me animé, pensé en jugarme la última carta, y sin reparo, salí a comprar
dos pasajes a Los Roques. Luego contraté una habitación en la posada más
romántica que conseguí, y me dispuse a dejarle un sobre en su edificio, con los
pasajes adentro y un mensaje que decía: Salimos mañana a las 8am. Espero por ti
en Maiquetía. Perdóname.”
Esta
es la historia de Juan Carlos González y Ana Rodríguez, dos enamorados que -como
tantos- visitan cada año Los Roques para revivir una historia de amor que ya se
acerca a la década. Juntos, tomados de la mano, caminan por la blanca arena,
dejándose mojar por las aguas cristalinas que rodean Gran Roque, al mismo
tiempo que disfrutan un coctel de frutas y cuentan su primera vez en este
paraíso tropical.
Llegar
a Gran Roque -isla principal del archipiélago que conforma el parque nacional Los Roques- puede
resultar una odisea sino se reserva con tiempo, ya que las ofertas de vuelos
son escasas, la demanda es alta, y por ende los precios son elevados. Una de
las opciones más seguras y que garantizan un buen servicio es la de Aerotuy,
con salidas diarias en diversos horarios y precios según la temporada (http://www.tuy.com/los_roques_itinerarios.html).
A
pesar de ser un rectángulo de apenas 36,3km2, el archipiélago está compuesto
por cincuenta cayos, trescientos bancos de arena y casi cuatrocientos arrecifes
coralinos. Todo un despliegue de adornos naturales que embelesan y deslumbran a
quien los visita. “No hay una puesta de sol como en Los Roques, ni agua tan clara,
ni sol tan radiante. Gente amable dispuesta a hacerte pasar los mejores días de
tu vida”, afirma Manuel Valladares, turista español que regresa por tercera
vez. “Trato de venir por lo menos una vez al año, visito a mi familia en
Caracas, y paso por Los Roques como parada obligada” comenta.
Gran
Roque con sus calles de arena, sus techos de palma, da la bienvenida al
viajero. Niños corriendo, descalzos, jugando fútbol en la plaza Bolívar,
develan una inocencia envidiable, producto de la vida aislada, donde la cálida brisa
peina la tarde, y baja deslizándose por una verde montaña que los cobija haciendo
contraste con la aridez propia de un paisaje marino. Sin lujos, ni autos, ni
hoteles cinco estrellas. Sólo posadas acogedoras podremos encontrar, con una
arquitectura sobria, paredes blancas en su mayoría, dejando caer cocotales,
palmeras, cayenas y flores silvestres. Muy bien cuidadas eso sí, abriendo sus
puertas y cautivando con una atención esmerada al turista.
Descanso sin igual
Resulta
imposible en un sólo artículo profundizar las bondades de cada posada, todas
tienen un encanto propio que bien vale la pena descubrir. Sin embargo, hay dos
posadas que a pesar de no ser tan accesibles económicamente, resultan un gasto
más que justificado si queremos conquistar al ser amado, reconciliarnos, celebrar
un aniversario o simplemente disfrutar en pareja unos días de tranquilidad
junto al mar. Una de ellas es La Terraza (http://www.laterrazalosroques.com/),
una posada boutique con aires mediterráneos que conjuga los ingredientes
fundamentales para una excelente estadía: habitaciones impecables, exótica gastronomía
caribeña, espacios acogedores, atención personalizada desde el aterrizaje hasta
el despegue de partida, traslados a los cayos y múltiples actividades
recreativas como complemento.
Otra
opción no menos importante es la Posada La Gotera (http://www.posadalagotera.com/index.php),
una casa de seis habitaciones a pocos pasos del mar, con una vista inigualable
que permite a sus huéspedes contemplar los más extraordinarios atardeceres en una
terraza llamada Art Café, donde además se dan cita las más importantes
agrupaciones musicales del país. Para otras alternativas de hospedaje pueden
visitar el portal web: http://www.los-roques-reservation-center.com/
No sólo es playa, sol y arena
Si
bien Los Roques brinda al turista una lista inigualable de opciones para
deleitarse, con hermosos cayos, aguas cristalinas, manglares, una impresionante
fauna marina, avistamiento de aves, paseos en lancha, pesca deportiva (http://www.chapisportfishing.com/pages/losroques.html),
snorkeling, buceo (http://www.divevenezuela.com/buceo-en-venezuela/los-roques/escuela-de-buceo.html)
y excursiones al Faro
Holandés en Gran Roque, existe una novedosa alternativa para aquellas
parejas con un espíritu más activo que desean disfrutar el paisaje marino de
una forma diferente.
Con
esta idea nace la empresa de turismo deportivo Play (http://www.playlosroques.com/), que
desde hace dos años brinda a los visitantes del archipiélago la posibilidad de
aprender y practicar las dos disciplinas deportivas acuáticas que más en boga
han estado a nivel mundial, como lo son: KiteBoarding y SUP (Stand Up
Paddling). “Es una experiencia gratificante, poder navegar por ti mismo
alrededor de los cayos, ver paisajes inéditos, darte un chapuzón y compartir
con tu pareja una forma divertida de turismo”, afirmó Mariana Rodríguez, asidua
visitante del parque nacional y fanática de este deporte desde hace seis meses.
El Kiteboarding es un deporte de
deslizamiento que radica en el uso de una cometa y una tabla o esquí,
permitiéndole al deportista -gracias a la fuerza del viento- desplazarse por la mar. El SUP por su parte, consiste
es navegar sobre una tabla muy parecida a las de surf, de pie y utilizando un
remo que facilita el desplazamiento por las tranquilas aguas roqueñas.
Normalmente se realiza en grupo o en pareja, es de fácil aprendizaje -el curso
previo dura aproximadamente una hora- y permite al visitante conocer parajes
diferentes, hacer deporte y divertirse de forma sana; fomentando siempre, en
cada una de las actividades, una conciencia ecológica y un compromiso de
desarrollo sustentable.
Al caer la noche
Un
viaje para dos no está completo sin una noche de fiesta que libere el estrés y
permita sacudir el esqueleto. Los Roques no es la excepción, a pesar de su
tranquilidad y ambiente ideal para relajarse, cuenta con dos excelentes opciones
para oír buena música, degustar una delicada propuesta culinaria y sumergirse en
extravagantes cocteles preparados por reconocidos bartenders.
Una
de los sitios preferidos por los turistas es Arrecife Café (http://www.facebook.com/arrecifecafe/info),
con estilo moderno, buena atención y los mejores mojitos cubanos de la isla. Y
un poco más cerca del aeropuerto, se encuentra Aquarena Café (http://www.infolosroques.com/bares-tiendas-y-restaurantes/aquarena),
un lounge minimalista a orilla del mar donde podrán saborear parte de la
gastronomía roqueña, en especial las camaiguanas chips, y quedarse hasta bien
entrada la noche catando exóticos licores y bailando estilizados ritmos
electrónicos.
Los
Roques resulta sin lugar a duda el plan ideal para compartir en pareja, de
manera divertida, en sintonía con la naturaleza, olvidando el estrés de la
ciudad y dejándose llevar por la magia del Caribe y su gente.
JULIO
CÉSAR MONTOYA
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