martes, 1 de mayo de 2012


Un paraíso llamado Punta Cana

Quien no ha bailado un merengue dominicano no ha sentido el Caribe en sus venas. Oír “Abusadora” o “Mami que será lo que quiere el negro” es una invitación obligada a mover el esqueleto. Ver las caderas danzantes de una dominicana, que se quiebran ante el sonar del tambor, o sentir como nos quema la garganta el dulce sabor de un trago de Mamajuana, son esas dichas terrenales que debemos permitirnos antes de morir.

Y si buscamos un lugar especial donde poder satisfacer esos deseos epicúreos nos damos cuenta que son contados los destinos; más aún si además queremos disfrutar de unas vacaciones fabulosas, con una atención esmerada y a precios realmente ajustados, no sólo al bolsillo del venezolano, sino a nuestra difícil realidad para adquirir divisas y salir del país.

Uno de ellos es Punta Cana. Un cabo situado al oeste de República Dominicana, con playas de un azul claro, verdoso, con matices turquesas que junto a su arena blanca y fina recrean un verdadero paraíso terrenal. Allí podremos disfrutar de una piña colada a la sombra de sus imponentes cocotales, practicar deportes acuáticos, parasailing, jugar volleyball, tennis de playa, recorrer sus bares con vista al mar envolviéndonos en ese ambiente alegre y divertido propio del dominicano, ir de pesca y hasta nadar con delfines y manatíes. Todo en un solo lugar.

Lo más recomendable al decidirnos por este destino es asesorarnos con un agente de viajes serio y responsable que no sólo nos ofrezca un paquete turístico atractivo y a buen precio, sino un respaldo constante al viajero, así como atención personalizada y soluciones efectivas ante cualquier inconveniente. Para ello recomendamos ampliamente a Turaser (www.turaser.com) y Always Tour (www.alwaystours.com).

Entre las principales ventajas de contratar una agencia que nos prepare todos los detalles de nuestras vacaciones está la facilidad de que nos reciban en el aeropuerto, nos lleven hasta el hotel -distancia que resulta considerable cuando debemos pagar un taxi en dólares-, tengamos un check-in rápido, con guías y ofertas de posibles actividades recreativas, de descanso o gastronómicas, pudiendo contratarlas al momento, o después, con tan solo discar un número de extensión. Y por supuesto la ventaja de que ante cualquier eventualidad tendremos una empresa responsable que podrá brindarnos apoyo y asistencia médica, legal o de cualquier índole.

Punta Cana posee cuarenta y dos hectáreas de superficie, más de cincuenta kilómetros de costa y alrededor de mil quinientos millones de dólares en inversión turística de los grandes consorcios hoteleros, entre los que destacan las cadenas Meliá, Hard Rock, Riu, Barceló y Catalonia. Lo que permite una diversidad de opciones a la hora de escoger donde dormir y comer, con paquetes que van desde un “todo incluído” hasta ofertas más sencillas que nos provean de lo necesario para dormir cómodamente.

Entre las opciones preferidas por el público, y más recomendadas por las agencias de viaje, se encuentra el Paradisus Palma Real (www.paradisuspalmareal.com), el Barceló Bavaro Beach Resort (www.barcelo.com/bavaro_beach) y el Hard Rock Hotel Punta Cana (www.hardrockhotelpuntacana.com). Sin embargo, resulta entretenido buscar la alternativa que más se ajuste a nuestras necesidades entre los diferentes motores de búsqueda que nos ofrece la web, tales como: www.puntacanaweb.net, www.puntacana.com, www.puntacana.org.es y www.despegar.com.

Imponentes edificaciones, piscinas de más de mil metros de superficie, restaurantes con las propuestas gastronómicas más innovadoras, casinos, discotecas y los más lujosos spas del Caribe, son sólo algunas de las maravillas que ofrecen los principales hoteles de este fabuloso cabo.

Playa Bávaro es quizá la costa más famosa de Punta Cana, allí se encuentran las principales cadenas, y basta con dar un paseo por sus quince kilómetros de playa para deleitarse con las imponentes edificaciones y estructuras que complementan el paisaje. Además allí podremos encontrar los mercados típicos de la isla, con artesanías, pinturas, ropa y hasta diferentes presentaciones del licor por excelencia de los dominicanos: La Mamajuana.

Dejarse envolver por un alegre merengue o una romántica bachata es parte del encanto de la isla, más si es interpretado por Juan Luis Guerra o por Romeo Santos, dos de los artistas dominicanos más famosos y además emblemas de dichos géneros musicales. Pero, como diría el slogan de una reconocida tarjeta de crédito,  esa experiencia “no tiene precio” si se disfruta en alguna de las discotecas más famosas de Punta Cana. Quizás la más pintoresca es Imagine, enclava en una cueva a la orilla del mar, es visitada por más de dos mil personas cada noche del fin de semana, con un juego de luces impactante y un show de cocteles que embriaga a todo el que se deja llevar, resulta la opción más gratificante para el viajero ávido de diversión.

Otro lugar que no debe pasarse por alto es ORO, la discoteca del recién inaugurado Hard Rock Hotel, diseñado bajo una línea vanguardista e innovadora, posee el espectáculo multimedia más impresionante de la isla, con luces, performances, humo, láser, bombonas de co2, cotillón, lluvia de papelillo y más de trescientas pantallas de led que sirven de escenario para los dj’s más afamados del mundo. Erick Morillo, Tiesto, Cedric Gervais y Pitbull son sólo algunos de los artistas que se han dado cita para musicalizar e ir de fiesta a este majestuoso local que nada tiene que envidiar a las grandes capitales del entretenimiento como Las Vegas, Los Angeles, Nueva York y Londres.

Si de saciar el apetito se trata, luego de un agotador día de playa, Punta Cana nos ofrece una variedad impresionante de opciones. Desde la exótica comida asiática hasta la típica comida dominicana, con platos que van desde la aleta de tiburón con chutney de mango preparada acertadamente por la cocina del afamado chef Martin Berasategui -con siete estrellas Michelin- en el restaurante Passion del hotel Paradisus Palma Real, hasta el tradicional Mofongo criollo hecho con chicharrón y plátanos en alguno de los pequeños pero acogedores restaurantes que nos brinda la costa. Una visita a Punta Cana no debe pasar por alto conocer el famoso Capitan Cook, un restaurante a orilla del mar con un ambiente excepcional y una cocina especializada en productos del mar, su parrillada de mariscos resulta una exquisitez y la langosta al olio una delicia al paladar. Ubicado en la zona del cortecito se puede acceder caminando por la playa o en un barco-taxi que desembarca en la puerta del local.

Son incontables las maravillas que nos ofrece este paradisíaco lugar. Si de excursiones se trata, allí podremos encontrar paseos en motos cuatro ruedas, visitas a islas cercanas con lanchas rápidas, caminatas de montaña hacia la zona de Altos de Chavón -un lugar mágico que contiene cuevas que desembocan al río Chavón y donde encontraremos una piscina natural de aguas cristalinas-, el seaquarium, el safari jeep, nado con delfines, el full day en el barco pirata, o el spa-ship donde podremos relajarnos y disfrutar de un reconfortante masaje mientras navegamos en un agradable catamarán, son sólo algunas de las posibilidades que nos ofrece el lugar. Cualquier de estas actividades las podemos contratar y adaptar a nuestro itinerario a través de www.guiarepublicadominicana.com/excursiones-punta-cana y también de www.puntacanaweb.net.

Sin duda un espacio que nos invita a olvidarnos de la rutina y disfrutar de las bondades naturales del Caribe. Con precios que se adaptan a todos los presupuestos, a pesar de estar dolarizados, podremos encontrar el destino ideal para compartir con nuestra pareja y pasar unos días realmente maravillosos. Una oportunidad para recargar energías y salir del agobiante caos citadino. Punta Cana, el paraíso natural al que siempre querrás regresar.

Julio César Montoya

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