martes, 12 de junio de 2012


Dos por uno

Omar Enrique Vizquel González, de 45 años de edad, juega en las Grandes Ligas con el equipo Azulejos de Toronto. Vizquel milita en la gran carpa desde 1989 y a lo largo de su carrera ha dejado el nombre de Venezuela en alto infinidades de veces. Once Guantes de Oro como campocorto, números ofensivos sólo superados por leyendas de este deporte y las jugadas  de doble-play más espectaculares alguna vez vistas, son la carta de presentación de éste pelotero.

Es irónico pensar que hace poco menos de tres décadas, cuando Vizquel tenía casi 17 años y soñaba con ser beisbolista profesional, no era muy tomado en cuenta por los cazatalentos de las organizaciones de Grandes Ligas. Eran otros muchachos los que figuraban y sobresalían por su calidad a la ofensiva.

Omar Vizquel desde niño recibió el apoyo de su padre con respecto a la idea se ser pelotero. Las prácticas de rollings (roletazos) dirigidas por su papá en el estadio Vidal López eran casi a diario, para mejorar su técnica defensiva y así convertirse en un gran campocorto de Grandes Ligas.

Un día en los campos de entrenamiento del equipo Gran Mariscal, donde jugaba Vizquel en el beisbol menor, llegó un cazatalentos de la organización de los Marineros de Seattle con motivo de firmar a un joven llamado Luis Pettí, quien tenía la misma edad que Vizquel y era compañero de equipo. El representante de Seattle al ver al talentoso muchacho no dudó en ofrecerle 5.000 dólares para que se fuera con él.

Fue el mismo padre de Pettí, quien sugirió al scout de los Marineros, que viera las habilidades de Vizquel en el campo corto y si le parecía, y la organización estaba de acuerdo, era capaz de dividir la suma de dinero que le habían ofrecido a su hijo, con la finalidad de que ambos peloteros fueran firmados.

El representante de la organización titubeó, pero fue finalmente convencido después de ver las destrezas de Omar Vizquel como short-stop. Sin embargo, tenía que llamar a los Estados Unidos para preguntar si dicha transacción era posible. Al llamar a las oficinas de Seattle no dudaron en decirle que se llevara a los dos, por el precio de uno.

Hoy en día Vizquel es una leyenda activa del beisbol  al que todos conocemos, desde el más enterado hasta quien no tiene idea de lo que es un bate y una pelota. Lo más irónico de todo esto es que el otro muchacho no se estableció jamás como pelotero.
 
Gracias a ese dos por uno realizado hace 28 años, hemos disfrutado a quien seguramente será el próximo criollo en estar en el Salón de la Fama.



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