La calle
enseña y ahí debemos ir
"Los periodistas no deben confiar demasiado en los
recursos online y restar importancia a las habilidades personales. Cuando
enseñaba periodismo online en Hong Kong, me encontré con que los periodistas
más jóvenes a veces dependían demasiado de Internet y conseguían todas sus
ideas para artículos a través de Google, Twitter, Facebook y otras redes
sociales. El valor real de los periodistas no es la repetición, pero sí el
salir al mundo real y encontrar historias que la gente no puede encontrar
online. A menudo no se sabe muy bien cuál es la historia hasta llegar al lugar,
hablar con la gente de allí y hacer las preguntas correctas. Además, las
herramientas de comunicación online, tales como el correo electrónico, pueden
no ser lo suficientemente seguras para proteger a tus fuentes”.
Esta cita textual, que aparece en la página del CNP Caracas,
perteneciente a Rebecca MacKinnon, experiodista de CNN y cofundadora de Global
Voices Online, es toda una clase de periodismo actual, porque lamentablemente
los nuevos comunicadores sociales dependen mucho de la tecnología y usan poco
el intelecto que Dios, o como lo quieran llamar, les dio.
Salir a la calle y encontrarse las historias que
relataremos, o en ocasiones ellas nos encuentran a nosotros, debe ser parte de
la vida de los estudiantes de las escuelas de comunicación social. Sin embargo,
parece que esa chispa, esa curiosidad que todos los que estamos en esta
profesión debemos tener, poco a poco ha sido sustituida por los adelantos
tecnológicos, que en principio no son malos, pero pueden llegar a desvirtuar el
trabajo.
“No se puede hacer un reportaje por teléfono o navegando por
Internet. La información revelada en el Watergate no se habría encontrado en la
web. Garganta Profunda [seudónimo del informador de Woodward en el asunto del
Watergate] no tendría cuenta en Facebook. Nuestras fuentes eran humanas. Hubo
que buscarlas, convencerlas y sonsacarles cada dato. (…)”, dijo Bob Woodward en
una entrevista, en ocasión de conmemorarse los 40 años del Caso Watergate, que
se hizo sin usar las computadoras, ni facebook, ni ninguna red social, que para
la época no existían.
Hace unos días comentaba en clase un artículo de Alberto Salcedo Ramos, periodista colombiano,
quien daba recomendaciones a la hora de escribir crónicas, o cualquier género. Menciona,
entre otras cosas, algo de lo que me quiero hacer eco:
Serás curioso. La curiosidad es lo que le permite al
reportero descubrir pistas reveladoras durante el trabajo de campo y
aprovecharlas. El grado de curiosidad que tengas determinará en gran parte los
alcances de tu exploración. Recuerda lo que decía Eça de Queirós: de uno
depende que la curiosidad sirva para descubrir América o tan solo para
fisgonear detrás de la puerta.
Serás genuinamente curioso. Un reportero puede programarse
para ser curioso durante el tiempo en que realiza su trabajo de campo, pero más
le vale que lo sea siempre y de manera auténtica. Que aunque no esté
investigando para una crónica sienta una gran curiosidad por el otro. Por los
otros. Por lo otro. Por todo lo que esté más allá de sus narices. Hay un
proverbio campesino muy sabio: “quien curiosea el nudo, aprende a soltarlo”.
Continuarás siendo curioso. Es decir, entenderás que cuando
un buen reportero satisface su curiosidad no siente ganas de acostarse a dormir
sino de seguir indagando. Una curiosidad lleva a la otra, y luego a la otra. El
reportero husmeador siempre encuentra motivos para plantearle nuevas preguntas
a la realidad. Y como es tan obstinado, a veces descubre puertas donde los
demás ven muros.
Estos tres simples consejos, si es que en realidad se pueden
considerar simples, muestran la necesidad de hacer periodismo vivo, alejado de
los escritorios, y de las computadoras, para contar lo que pasa a nuestro
alrededor.
Llegamos a nuestra segunda
entrega de historias contadas por los alumnos del SextoB, nuevos temas,
con una misma orientación y línea editorial: crear sensaciones en los lectores, y la misma
interrogante: ¿lo lograrán?, ¿los jueces
entenderán lo que se busca?
Sigan leyendo, y comentando, es la manera de saber quiénes
son estos nuevos redactores, qué les interesa, y si no es mucho pedir, comenten
sus trabajos, dejen sus observaciones, porque todas son bienvenidas.
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