miércoles, 31 de octubre de 2012


La calle enseña y ahí debemos ir

"Los periodistas no deben confiar demasiado en los recursos online y restar importancia a las habilidades personales. Cuando enseñaba periodismo online en Hong Kong, me encontré con que los periodistas más jóvenes a veces dependían demasiado de Internet y conseguían todas sus ideas para artículos a través de Google, Twitter, Facebook y otras redes sociales. El valor real de los periodistas no es la repetición, pero sí el salir al mundo real y encontrar historias que la gente no puede encontrar online. A menudo no se sabe muy bien cuál es la historia hasta llegar al lugar, hablar con la gente de allí y hacer las preguntas correctas. Además, las herramientas de comunicación online, tales como el correo electrónico, pueden no ser lo suficientemente seguras para proteger a tus fuentes”.

Esta cita textual, que aparece en la página del CNP Caracas, perteneciente a Rebecca MacKinnon, experiodista de CNN y cofundadora de Global Voices Online, es toda una clase de periodismo actual, porque lamentablemente los nuevos comunicadores sociales dependen mucho de la tecnología y usan poco el intelecto que Dios, o como lo quieran llamar, les dio.

Salir a la calle y encontrarse las historias que relataremos, o en ocasiones ellas nos encuentran a nosotros, debe ser parte de la vida de los estudiantes de las escuelas de comunicación social. Sin embargo, parece que esa chispa, esa curiosidad que todos los que estamos en esta profesión debemos tener, poco a poco ha sido sustituida por los adelantos tecnológicos, que en principio no son malos, pero pueden llegar a desvirtuar el trabajo.

“No se puede hacer un reportaje por teléfono o navegando por Internet. La información revelada en el Watergate no se habría encontrado en la web. Garganta Profunda [seudónimo del informador de Woodward en el asunto del Watergate] no tendría cuenta en Facebook. Nuestras fuentes eran humanas. Hubo que buscarlas, convencerlas y sonsacarles cada dato. (…)”, dijo Bob Woodward en una entrevista, en ocasión de conmemorarse los 40 años del Caso Watergate, que se hizo sin usar las computadoras, ni facebook, ni ninguna red social, que para la época no existían.

Hace unos días comentaba en clase un artículo de  Alberto Salcedo Ramos, periodista colombiano, quien daba recomendaciones a la hora de escribir crónicas, o cualquier género. Menciona, entre otras cosas, algo de lo que me quiero hacer eco:

Serás curioso. La curiosidad es lo que le permite al reportero descubrir pistas reveladoras durante el trabajo de campo y aprovecharlas. El grado de curiosidad que tengas determinará en gran parte los alcances de tu exploración. Recuerda lo que decía Eça de Queirós: de uno depende que la curiosidad sirva para descubrir América o tan solo para fisgonear detrás de la puerta.

Serás genuinamente curioso. Un reportero puede programarse para ser curioso durante el tiempo en que realiza su trabajo de campo, pero más le vale que lo sea siempre y de manera auténtica. Que aunque no esté investigando para una crónica sienta una gran curiosidad por el otro. Por los otros. Por lo otro. Por todo lo que esté más allá de sus narices. Hay un proverbio campesino muy sabio: “quien curiosea el nudo, aprende a soltarlo”.

Continuarás siendo curioso. Es decir, entenderás que cuando un buen reportero satisface su curiosidad no siente ganas de acostarse a dormir sino de seguir indagando. Una curiosidad lleva a la otra, y luego a la otra. El reportero husmeador siempre encuentra motivos para plantearle nuevas preguntas a la realidad. Y como es tan obstinado, a veces descubre puertas donde los demás ven muros.

Estos tres simples consejos, si es que en realidad se pueden considerar simples, muestran la necesidad de hacer periodismo vivo, alejado de los escritorios, y de las computadoras, para contar lo que pasa a nuestro alrededor.

Llegamos a nuestra segunda  entrega de historias contadas por los alumnos del SextoB, nuevos temas, con una misma orientación y línea editorial: crear  sensaciones en los lectores, y la misma interrogante: ¿lo lograrán?, ¿los jueces  entenderán lo que se busca?

Sigan leyendo, y comentando, es la manera de saber quiénes son estos nuevos redactores, qué les interesa, y si no es mucho pedir, comenten sus trabajos, dejen sus observaciones, porque todas son bienvenidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario