Crecimiento sostenible de techos verdes
A diario en el mundo se nos habla de la comunicación y sus implicaciones ambientales, sus consecuencias más fatídicas a futuro e incluso se nos regaña para que aprendamos a usar el ambiente. En internet, por ejemplo, Google recauda suficientes datos para llenar un puñado de bibliotecas con solo información que habla del medio ambiente –unos 128.000.000 resultados de búsqueda-, y si sumamos aquellas que hablan de la contaminación –al menos 25.000.000 resultados- necesitaríamos una cantidad absurda de papel para reproducirlo.
Esta nueva oleada en pro del ambiente se percibe desde todos los rincones del mundo; hoy en día la mayoría de los países poseen ministerios, ONG´s, fundaciones y organizaciones que han inclinado las ciencias a favor de la protección del medio, tales como: El programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) –formada aproximadamente por 500 científicos de todos el mundo-, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), La Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN), la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Friends of the Earth International (FoEl), entre otros.
Con el tiempo, como era de esperarse, la arquitectura chocó con las necesidades de disminuir el impacto que causamos a nuestro planeta. Este tipo de arquitectura denominada “sustentable” por la primer ministro noruega Gro Brundtland se conoce por primera vez en 1987, y surge de la necesidad de adaptar nuestro estilo de vida al cuidado ecológico; la idea es transformar el hogar cotidiano y de trabajo en un lugar verde que no contamine y así alejarnos de esa posible destrucción ambiental que creamos nosotros mismos. En otro orden de ideas, esta sustentabilidad arquitectónica con el medio permitió a los propios arquitectos reformular ciertas estructuras tradicionales a fin de generar soluciones no contaminantes o que redujeran considerablemente su degradación del ambiente.
Los techos verdes a su vez, nacen para incorporar el último piso de un edificio –que normalmente es desperdiciado-, para generar nuevas propuestas que contribuyan a un cambio ideal ecológico; estos nuevos techos permiten cultivar en ellos, mejoran la climatización de la estructura, atrapan contaminantes del aire y la lluvia, crean una barrera acústica y en general mejoran en gran medida la habitabilidad sin perjudicar al planeta. Estas ahora famosas estructurar superiores han alcanzado su esplendor, y en el mundo junto a la ecología se presenta finalmente un crecimiento sostenible de techos verdes, que traerá como consecuencia la reestructuración de ciertas técnicas y métodos de construcción arquitectónica, a fin de entrelazar la relación de sus materiales con el medio y evitar la permanente degradación del mismo.
Alemania, pionera en la construcción de techos verdes desde 1960, es un ejemplo de las facultades benéficas que traen consigo este tipo de techos –un aproximado del 10% de las estructuras de dicho país poseen techos verdes- y sus avances han contagiado a otros países de la región y en menor media a Estados Unidos y Latino América, pero la propagación mundial es inminente debido a su alta funcionalidad.
En América Latina, México estrenó el techo verde más grande del continente con unos 5.000 metros cuadrados, ubicado en la sede de INFONAVIT, muestra de que el mundo ecológico y arquitectónico no alejan la vista de las propiedades positivas que poseen estas estructuras.
Fuentes:
· Motor de búsqueda Google www.google.co.ve
· El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) www.pnuma.org
· El Panel Gubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) www.ipcc.ch/home_lenguages_main_spanish_shtml
· La Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN) www.iucn.org/es/
· La Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea www.ec.europa.eu/environment/index_es.htm
· Friends of the Earth International (FoEl) www.foei.org
· INFONAVIT www.infonavit.org.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario