Ser o no ser Usemista
Semestre tras semestre crece el número de estudiantes de la Usm y con ello las quejas para el centro de estudio
En la época de nuestros padres quedaron los años donde la mayoría de la población estudiantil decidía desertar en los primeros años de lo que se conoce como bachillerato, ahora el número de jóvenes que entre sus principales prioridades está el decidir cuál va a ser su carrera universitaria va en aumento.
Esta situación se ve reflejada todos los semestres, donde la Universidad Santa María recibe en grandes colas de muchachos que recientemente obtuvieron la aprobación de su educación básica, a los aspirantes a formar parte de la casa de estudios conocida con las siglas Usm.
Tomar la decisión de formar parte de este centro no es para nada fácil, puesto que las opiniones de los que ya hacen vida en él, se encuentran en una balanza que se inclina más hacia los puntos negativos que por los puntos positivos y esto se puede evidenciar al preguntarle a cualquiera de los estudiantes, los cuales de manera continua van a responder con algún tipo de queja.
Esta situación no es para nada descabellada ni son caprichos de muchachos, si bien son muchas las bondades que la Usm puede ofrecer, en materia de estructura con sus amplios espacios y grandes salones, se contraponen con la pésima calidad de sus servicios, incluyendo en estos los más básicos como agua, seguridad y transporte.
Haciendo referencia a este último, no cabe en la cabeza de ninguno de los estudiantes la idea de que pese a los contantes aumentos en los precios de los semestres tengan a cambio, situaciones como la suspensión de clases por la falta del vital líquido por más de dos semanas o los constantes atracos dentro de las aulas de clase.
Por otra parte, no se cree justo que por el descuido y la falta de responsabilidad de algunos pocos encargados de guiar a estos estudiantes, afecte el principal motivo por el cual se sientan día a día en los pupitres, con las contantes inasistencia de profesores sin motivo alguno y lo bajo en el nivel de enseñanza, viéndose como principales afectados aquellos que pagan por ser educados.
Pese a esto, es grande el número de bachilleres y profesionales que optan por la Usm como su universidad, incluso gran parte de la población desertora de otras casas de estudio culminan sus carreras en este centro, llevando el pecho en alto con el lema “Orgullo Usemista”.
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