jueves, 10 de febrero de 2011

INEVITABLEMENTE ESTÁ ENTRE NOSOTROS

Es de saber que la sociedad es el primer influyente en el crecimiento emocional y conductual de una persona. Los niños siempre están ansiosos por conocer, les gusta saber el por qué de reglas y por qué seguirlas, quieren saber su opinión sobre lo "bueno" y lo "malo".

En la niñez lógicamente entienden, aunque a veces pareciera que no, es así. Se sabe que el hecho de fumar es malo para la salud, y que los niños todavía no están listos para absorber datos más complicados sobre el alcohol, el tabaco y otras drogas, sin embargo la  mejor manera de hacerles ver sus efectos negativos es con ejemplos: a la hora de darle un medicamento para cualquier malestar o si esta bajo tratamiento médico, aprovechar el momento y hablarles sobre los beneficios y el uso adecuado de estas drogas. Así se le está proporcionado un contexto que le indica cómo hacer uso de las drogas de una manera responsable.

No podemos seguir permitiendo que sean los medios quienes “informen” antes que nosotros a nuestros hijos. Generalmente la televisión, el cine o un anuncio en la calle por un personaje famoso o conocido es quien actúa e influye directa e indirectamente en los menores, ya sea fumando o bebiendo; debemos aprovechar éstas ocasiones para hablar con los hijos sobre los cigarrillos, la adicción a la nicotina, al alcohol y sobre los efectos que tienen en el cuerpo de una persona. Esto puede generar una conversación acerca de otras drogas y sobre el daño que causan.

Además de la sociedad, es la pobreza un problema central de nuestro país que persiste desde varias décadas, en los efectos en la niñez y adolescencia son mayores y muchas veces irreversibles. A nivel socio-económico la pobreza restringe severamente la igualdad de oportunidades presentes y futuras, lo que alimenta un círculo vicioso que sume en la pobreza a los mismos grupos de generación en generación. Sus impactos se muestran en los índices de mortalidad, desnutrición, trabajo infantil, deserción escolar, adicción a sustancias alucinógenas, entre otros.

Actualmente el análisis de las probabilidades de iniciar el consumo de una sustancia demuestra que esto ocurre desde edades muy tempranas, en especial para el consumo de drogas legales. Sin embargo es notorio que a partir de la pubertad (11 ó 12 años) las probabilidades de consumo aumentan drásticamente. Entre las drogas ilegales, la marihuana es la que presenta mayor probabilidad de consumo principalmente a partir de los 15 años de edad.

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