jueves, 10 de febrero de 2011

Sin agua no hay paraíso

Dios puso al hombre en el huerto del Edén para que lo labrara y lo cuidara, mostró su amor por él dándole aún más de lo que necesitaba para que disfrutara plenamente de la vida. Dios deseaba que Adán y Eva le demostraran respeto y obediencia, lo único que les pidió fue que no comieran del árbol prohibido. (Génesis cap.2 vers.17)

Cuando al hombre se le prohibió comer del árbol de la ciencia del bien y del mal quizás no tenía una suficiente madurez de conocimiento para obedecer a Dios, e impulsado por la ambición, el conocimiento llegó antes que la madurez requerida para usarlo sin riesgos.

Al igual que a Adán y Eva Dios puso al hombre moderno en un “paraíso”, un planeta con todo lo necesario para que fuera feliz y le dio también la oportunidad de decidir que hacer con éste. Nuestros antepasados perdieron el Edén tal vez por inocentes, el hombre actual lo está perdiendo por avaricia. Con su ambición por el progreso y su falta de conciencia lentamente esta acabando con algunos de los recursos naturales mas preciados de la tierra. Al igual que Adán y Eva esta perdiendo el paraíso, no ha demostrado respeto por lo que Dios creó, una prueba de esto es que  a causa del mal uso que ha dado al medio ambiente el agua se está agotando.

El hombre ha contribuido a diezmar la cantidad de agua del planeta  con la contaminación, el despilfarro, la sobreexplotación de los bosques y la deforestación, sumado a su contribución con  el calentamiento global. 

Como consecuencia hoy por hoy la mayoría de los países  en el ámbito mundial sufren la escasez del agua. Un claro ejemplo de esto es la sequía que afecta  al África Oriental, una región en la que se han talado los bosques para producir carbón y leña para combustible ¿El resultado? Lo podemos ver a través de fotos y videos, donde los niños sacian su sed bebiendo del orine de las vacas o consumiendo prácticamente barro de pequeños pozos artesanales en el desértico lugar. 

China es otro de los países mas afectados por esta situación, por ser un país altamente industrializado es también uno de los que más contamina sus aguas. Según un organismo estatal de ese país el 90% de los suministros de agua urbanos están contaminados con desechos orgánicos o industriales y según el Ministerio de Recursos Acuíferos chino, 400 de las 600 ciudades más importantes del país tienen escasez de agua. El agua contaminada es un factor importante en los 800 millones de casos de diarrea, los 650 mil casos de disentería y los 500 millones de casos de gastroenteritis del país.

Las grandes industrias en muchos países del mundo, no le dan importancia al daño que causan con su actividad, no sólo contaminan el agua con sus desechos tóxicos, sino que han llegado hasta a causar la muerte de seres humanos y sin embargo se hacen de la vista gorda. Hechos como este se pueden ver claramente reflejados en la película Erin Brockovich (2000), de Steven Soderbergh: en la trama central Julia Roberts descubre que una empresa está tratando de encubrir un caso de contaminación de agua, la cual está causando enfermedades mortales a las personas de la comunidad. 

En el mundo hay más de 2,2 millones de personas que mueren cada año debido a enfermedades causadas por el agua contaminada y un saneamiento deficiente. Actualmente la industria utiliza el 22% del agua consumida en el mundo. En los países ricos ese porcentaje asciende a un 59%, mientras que en los países pobres sólo llega a un 8%. En el año 2.025 esa proporción alcanzará un 24%.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente, de los 6.250 millones de habitantes, 1.100 millones no tienen acceso al agua potable y 2.400 millones carecen de un saneamiento adecuado. Afirma en su informe que cinco millones de personas mueren cada año por beber agua contaminada. Advierte que de continuar como vamos, en el año 2025, las muertes y las enfermedades ocasionadas por la escasez y la contaminación del agua podrían adquirir dimensiones trágicas. 

Ninguna región del mundo podrá evitar las repercusiones de esta crisis que afecta a todos los aspectos de la  vida, desde la salud de los niños hasta la alimentación de los seres humanos, de nada servirán los avances tecnológicos y las riquezas que pueda obtener el hombre si no existe el agua. Sin agua no hay vida. Cuidémosla!

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