domingo, 11 de marzo de 2012


Una dieta balanceada es clave para vivir saludable

El acelerado ritmo de vida en que viven a diario los venezolanos, se ha convertido en su peor enemigo, provocando en ellos el deterioro de su calidad de vida y amenazando su salud con enfermedades tales como la diabetes, que entre otros factores es provocada por el mal hábito alimenticio que día a día ha ido adoptando el ciudadano.

La diabetes es una enfermedad crónica, que incapacita al organismo para procesar los alimentos y convertirlos en glucosa que sirve de combustible a las células para proveer al cuerpo humano de la energía necesaria para su funcionamiento. Esta incapacidad se origina cuando el páncreas no produce adecuadamente la cantidad de insulina que facilita a las células transformarlas en energía, por lo cual se almacena en la sangre, trayendo complicaciones microvasculares (enfermedad de los vasos sanguíneos finos del cuerpo, incluyendo vasos capilares) y cardiovasculares (relativo al corazón y los vasos sanguíneos) que incrementan sustancialmente los daños en otros órganos (riñones, ojos, corazón, nervios periféricos).

En Venezuela existe una gran cantidad de personas con diabetes, incluso, muchos de ellos desconocen que la padecen hasta tanto se hacen más evidente los síntomas, tales como: sed, aumento de la cantidad de orina, aumento del apetito, picores, infecciones, enfermedades cardiovasculares asociadas, ya que ésta se determina a través de exámenes de laboratorio.

Igualmente, la alimentación es uno de los aspectos que han hecho que los índices de personas con diabetes se incrementen. La crisis económica que vive Venezuela en los últimos años, ha provocado que los venezolanos cambien sus hábitos alimenticios y su dieta, inclinándose más hacia el consumo de alimentos ricos en carbohidratos, tales como, pasta, arroz papa, pan, etc. y disminuyan la ingesta de hortalizas, vegetales, así como productos naturales e integrales.

La ingesta de carbohidratos como componente principal de la dieta, refuerza el mal funcionamiento del páncreas y la no generación de la insulina necesaria para su procesamiento, agravando aún más la situación.

Una persona que padece diabetes puede llevar una vida normal, siempre y cuando mantenga una dieta balanceada y un apego riguroso al tratamiento médico. No obstante,  y quizás por el mismo motivo que le originó la enfermedad, es decir, por la situación económica y social del país y que hicieron alterar sus hábitos alimenticios y su dieta, no permite tener acceso a las medicinas que se requieren para compensar la deficiencia del páncreas en la generación o producción de la insulina que requiere su organismo.

Marco Rojas

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