martes, 15 de mayo de 2012


Tráfico o explotación infantil

Esclavas sexuales del narcotráfico
           
Se puede definir como los niños y niñas que son obligados un constante trabajo para que después le quiten los ingresos recaudados.

Las razones son múltiples, pero en este trabajo hablaremos de Redes de crimen organizado que trabajan en todo el planeta para usar a los niños y niñas en sus propósitos económicos, como la mendicidad y la prostitución. Varios medios suelen ser utilizados para atrapar a las víctimas, incluyendo la persuasión, el engaño, amenazas, coerción e incluso el secuestro. Según Wikipedia “Algunas veces los mismos niños o sus familias toman la iniciativa de emigrar y se acercan a reclutadores. No tienen generalmente ninguna idea del destino que los aguarda. Incluso si se enteran que mienten, rara vez logran entender o vislumbras la naturaleza y la duración del sufrimiento que les espera”.

Así como cuenta una joven sobre su terrible experiencia, cuando tan solo tenía 13 años de edad, fue secuestrada en el Centro Comercial “San Ignacio” situado en Caracas, Venezuela, en el momento que jugaba con una amiga. Expresa que la montaron en una camioneta tipo “ejecutiva”, la golpearon de manera de quedar inconsciente y la trasladaron a una casa ubicada en alguna frontera del país. La mantenían encerrada en una habitación junto con otra niña de su misma edad donde eran maltratadas físicamente, amarradas y con los ojos vendados por los raptores.

“Era un hombre y una mujer los que entraban al cuarto a darnos comida, amenazarnos y hasta herirnos. Siempre estuvieron encapuchados”. Comenta la joven con una lágrima corriendo por la mejilla.
           
Ella asegura que no eran las únicas en esa casa, sino que en cada habitación había cierta cantidad de niñas o mujeres. El objetivo que tendría esas dos inocentes criaturas era trabajar como esclavas sexuales del hombre que pagara más dinero por alguna de ellas; y en otras oportunidades trabajar como “Mulas”, que es utilizar su cuerpo como vehículo de cocaína encapsuladas en dedos de guantes quirúrgicos y así estuvo aproximadamente 8 meses.

Cuando los raptores decidieron prescindir de sus servicios decidieron llamar a su familia pidiendo un rescate de 100 millones de bolívares de los viejos, la mamá inmediatamente tuvo que vender absolutamente todo para tener de vuelta a su hija, al mes de haber obtenido el monto requerido, dejaron a la niña en el Centro Comercial “San Ignacio” donde comenzó esta terrible historia.

En la actualidad, existen dos películas muy semejantes a este drama y muy interesantes: Tráfico humano (2005)  por Christian Duguay que trata de una adolescente rusa, donde la embaucan unos proxenetas ofreciéndole trabajo en una agencia de modelos. Con este pretexto la llevan a Nueva York. Vivirá con otras esclavas sexuales, al servicio de Sergei Karpovich, el dueño del negocio. Y la otra película es titulada como “María llena eres de gracia” dirigida por Joshua Marston en el 2004 que aborda el tema de las mulas del narcotráfico.

“La voluntad política de los estados es la única forma de combatir este mal global, es decir, demandar a todo adulto que esté cometiendo este delito. Así se podrá evitar la explotación infantil. Ante todo los países industrializados deben comprometerse a no adquirir productos en los cuales se haya usado niños, pero deben comprometerse a la vez en ayudar al desarrollo de los países pobres y en vías de desarrollo para que los niños no sean obligados a trabajar. Los estados en vías de desarrollo deben hacer una opción” según la página de Wikipedia.

Crishen Gutiérrez


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