martes, 12 de junio de 2012


A POCAS HORAS DE HABER LLEGADO AL MUNDO 

El homicidio se considera una conducta, y podemos clasificarla como Conducta de Acción cuando el sujeto activo efectúa los movimientos corpóreos necesarios para producir el resultado de la muerte del sujeto pasivo, y Conducta de Omisión u Omisión Impropia, en la que el sujeto activo deja de hacer lo que de él se esperaba como tutor de una vida y debido a ello se produce como resultado la muerte del sujeto pasivo. Por ejemplo, una madre que deja de alimentar a su hijo, con el resultado de la muerte de éste, sería un caso de homicidio por omisión, puesto que la madre es responsable de mantener con vida a un individuo que no puede hacerlo por sí mismo. Como lo es esta historia.

La tarde del 5 junio de 2012 fue encontrado un bebe recién nacido en una canal de aguas negras muerto. Este hecho fue un gran impacto para los vecinos de La Urbina, ya que el homicidio ocurrió por parte de la madre.

Carmen González comenta que ella escucho un llanto de un bebe pero como era muy bajito no le hice caso y siguió su camino, pensando que provenía de una delas casas de esa zona. A los días la chica que le había quitado la vida al nene se comenzó a hablar del caso.

Había dicho que era un derrame que tenia, y se mantuvo todo ese día acostada, ya que nadie de su familia noto que ella estaba embarazada porque siempre ha sido gorda. Así que decidió llevar la barriga por 9 meses escondida y al momento de traer al mundo el bebe opto por tenerlo en su casa, estaba sola y ella misma se atendió el parto hasta cortarle el cordón umbilical al niño.

Luego del parto metió a su hijo vivo entre trapos y lo lanzo a la canal donde el niño permaneció allí metido un día completo y así finalmente morir, las personas aun no se explican como esta madre fue capaz de hacer eso teniendo a su hijo entre brazos y de ser capaz de acabar con su vida.

Estos casos no se ven frecuentes porque la mayoría de las mujeres que deciden no tener hijos lo que buscan es de abortar.

El estudio que analiza la prensa escrita de este año destaca que el homicidio es la forma más común de violencia social contra niños y adolescentes. De mil 992 casos publicados en prensa, 597 (29,97%) son crímenes.

La muerte de jóvenes a manos de su madre, padre o ambos se incrementó 28%, al acumular 31 casos.

De acuerdo al modo en que el homicidio se llevó a cabo, se puede encontrar diferentes designaciones. Entre las más comunes, debemos señalar el homicidio culposo y el doloso. El homicidio culposo puede describirse como el homicidio consecuencia de accidente o negligencia (por ejemplo, al morir una persona atropellada por un automóvil), mientras que el homicidio doloso implica el conocimiento y la intención de asesinar (por ejemplo, en el caso de un robo a mano armada en el que resulta muerta una persona atacada).

Por otro lado, también está el homicidio simple, que es aquel en el cual no se han encontrado elementos de premeditación (la consideración de matar previa al hecho), alevosía (o la actitud perversa y agravante a la hora de cometer el crimen), ventaja (poner en inferioridad al individuo a matar) y la traición. Cuando alguno de estos agravantes se hace presente, se debe hablar entonces de homicidio cualificado. Finalmente, un homicidio preterintencional es aquel en el cual la muerte de un individuo es el resultado de una situación descontrolada en la cual la intención de matar no estaba en los planes iniciales (por ejemplo, luego de una pelea en un bar).

El caso de esta madre que mato a su único hijo esta en manos de las autoridades para abrirle un juicio y dictarle su sentencia penal.








Shaunny Cádiz



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