EL SABOR AMARGO DE LA DERROTA
Tristeza y decepción es uno de los sentimientos de insatisfacción
que surgen cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o alguna meta
que queremos lograr, este sentimiento para un deportista puede ser algo que
pueda vivir a lo largo de su carrera muchísimas veces.
Imagínemos formar parte de un equipo de baloncesto con excelentes
jugadores y profesionales, y justamente nos encontramos en la disputa para una
clasificación de los Juegos Olímpicos. Con la esperanza de clasificar, vamos a nuestro último
partido para lograr esa clasificación, el rival no es nada fácil pero ningún
equipo es invecible.
Restando apenas 2 minutos el marcador es de 82 – 78,
puntuación que nos llevaría directamente a los Juegos Olímpicos. Faltando 30
segundos para el final del encuentro la diferencia eran tan sólo dos puntos y
la posesión del balón para el contrario. Un disparó de la línea de tres punto
bestó para eliminarnos y acabar con nuestro sueño y expectativas de la
clasificación.
Quedaron destruídos todos los sueños en menos de un
minuto, este tipo de sentimiento lo sufrió nuestra selección de Baloncesto en
el pasado torneo Pre-Olímpico celebrado en el Poliedro de Caracas.
Se vió una selección de muchísimo talento, el
baloncesto venezolano ha tenido un crecimiento importante estos últimos años,
vemos como tenemos jugadores profesionales militando en equipos de la NBA como
Greivis Vásques.
¿Pero que nos falta para poder llegar y cumplir ese
sueño tan anhelado por todos y cada uno de los jugadores de la selección e
incluso de todo un país?
LaFederación Venezolana de Baloncesto si bien a hecho un gran trabajo, debe
preparar a la selección con un poco más de tiempo e incluso con mayor roce
internacional y con equipos de alto nivel. No vale la pena foguearce con
selecciones que tienen un nivel más bajo al nuestro, por una parte este tipo de
encuentros le dan confianza al equipo porque de algún modo se pueden ir
acumulando victorias, pero por otro necesitamos encuentros de mayor presión,
donde podamos medir la capacidad de respuesta que tienen los jugadores ante
situaciones muchísimo más complejas.
ROBERTO GARCÍA
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