martes, 10 de julio de 2012


Ni con el pétalo de una rosa

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a nivel mundial es probable que al menos una de cada tres mujeres sea golpeada y forzada a mantener relaciones sexuales o a malos tratos a lo largo de su vida.

De acuerdo a La Fundación para la Prevención de la Violencia Doméstica contra la Mujer (FUNDAMUJER), la mayoría de las víctimas son mujeres en edad productiva, entre 20 y 40 años, sin distinción de niveles educativos, un 20% se refiere a jóvenes, adolescentes y niñas.

Carla Rodríguez tiene 27 años de edad y tuvo una relación amorosa con Víctor Fonseca, la cual duró 7 años. “De los 7 años que estuve con él, 4 años fueron de humillaciones, insultos y desprecios”, dice la víctima e indica, que ya no aguantaba más la situación.

Rodríguez comenta después de una tarde dura de trabajo, recordando todo lo vivido con su pareja, que en un principio su relación era casi perfecta, llena de mucho amor, detalles y afectos, “más que novios, éramos buenos amigos”. El problema comenzó después de los 3 años de novios, Fonseca salía todos los viernes con sus amigos a beber, y en la madrugada llegaba ebrio a la casa, esperando conseguir a Rodríguez despierta, pero como no era así, él comenzaba a gritarle, a pegarle y a insultarla. Deacuerdo al artículo 4 de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y La Familia, violencia es cualquier  agresión, amenaza u ofensa ejercida sobre la mujer u otro integrante de la familia, por los cónyuges y concubinos.

Yeini Urrutia, representante de la Dirección de Prevención de la Violencia del Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer), indica que sólo el 10% de las víctimas denuncia a los culpables, básicamente por miedo, por depender económicamente de su pareja o por temor a lo que sucederá con sus hijos.

Según la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, en el año 2011 se recibieron en el Ministerio Público 96.145 denuncias, en materia de violencia de género y se efectuaron 54.174 pronunciamientos penales de parte de los fiscales encargados de las investigaciones.

La psicóloga Vanessa Boutros, graduada en la Universidad Central de Venezuela, establece que los seres humanos se acostumbran a todo. Hay mujeres que aceptan que sus parejas las agredan física y psicológicamente, mientras que otras, logran salir de ese ámbito y toman la decisión de separase y terminar con la persona que está acabando con su vida. “No puedo separarme de José, no sabría que hacer sin él”, reitera Díaz.

Boutros explica que la violencia se ve en muchas parejas, en especial de hombres hacia mujeres, por creer ser un género dominante e imponente. “Estas conductas traen graves problemas físicos, psicológicos, sexuales y reproductivos a corto y a largo plazo”, dice la psicóloga.

“Cállate, y bésame”, fueron las palabras de Fonseca, una de esas noches en las que ebrio llegaba a su casa, y obligaba a Rodríguez a acariciarlo e inclusive a tener relaciones, mientras que ella estaba cansada con ganas de dormir después de un día arduo de trabajo. Un estudio realizado por La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que entre un 15% y un 71% de las mujeres refirieron haber sufrido en algún momento violencia física o sexual por parte de su pareja.


“El día que me golpeó, tomé fuerzas y también con mi mano le pegue, desde ese momento pensé que lo mejor era separarnos”, dice Rodríguez, después de haber convivido con su pareja, cansada de insultos, agresiones y celos.

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada.

“Cuando se pierde el respeto, se acaba todo”, dice la psicóloga, quien afirma que en la actualidad ha escuchado muchos casos de violencia, no solo contra mujeres, sino de mujeres a hombres que llegan a utilizar  armas y otros objetos violentos para hacerse respetar. Por ello, las leyes deben ser iguales y justas para ambos géneros, con el objetivo de mantener siempre el respeto de una pareja.

En el año 2007, la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, aprobó la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el objetivo de garantizar y promover el derecho de las mujeres, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos.

Esteffani Natascha Hernández

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