El Cine venezolano No es Anónimo
Un director se convierte en un guía, quien lleva el timón, aquel que tiene estudiada las cartas de navegación y tiene que saber de, si lleva rumbo norte o sur. No cesa de buscar, y mucho menos busca al azar. No investiga por la búsqueda en sí misma, sino porque tiene un objetivo; aquel que busca oro puede formular cientos de preguntas, pero todas ellas lo conducen al oro.
Estoy convencido que el mundo audiovisual, está influenciado por los elementos que nos rodea. Constantemente, los demás influyen sobre nosotros y, en su debido momento, influimos sobre los demás. Por esta razón, en mi opinión, no hay nada peor que fijarnos una “marca de fábrica”, una mente alineada a lo convencional. Al pintor se le reconoce por su particular estilo, y esto se convierte en su prisión, se convierte en su estilo propio.
Es allí donde el financiamiento de instituciones venezolanas, buscan cultivar la promoción, el fomento y desarrollo del cine, para ampliar los conocimientos de jóvenes realizadores como activistas de propuestas audiovisuales, y educarlos en componente visuales; Entre ellas el CNAC, AMBICINE, y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
No cabe duda del apoyo que el Gobierno Nacional, ha dado a los medios audiovisuales, y estos han cobrado sus frutos consolidando el sueño de los cineastas criollos en festivales internacionales, recibiendo nominaciones y reconocimientos que han llenado de orgullo el sentir de los venezolanos.
Hoy día los amantes del cine ven con buenos ojos las películas venezolanas, tal es el caso de la película “Hermanos”, financiada por el Centro Nacional de Cinematografía, del productor y director nacional Marcel Rasquín, la cual tuvo una excelente aceptación en las salas locales con 380.767 espectadores, según estadísticas emitidas por el CNAC, y se llevó algunos meritos entre los premios que se dan a las grandes obras a nivel internacional como en el Festival de Moscú.
También hoy día es conocido por muchos el nombre de Edgar Ramírez, quien fijó una posición importante al ser nominado por la actuación que tuvo en la obra “Carlos, el terrorista que hizo temblar al mundo” serie televisiva y película de origen francés. No menos importante fue su actuación en el film, “Cyrano Fernández” y “Punto y raya” que fueron financiadas por el CNAC, dicha inversión quedó recompensada debido al gran impulso y realce que dio a las obras venezolanas, estimulando el aumento de la participación a nuevos talentos.
El Fondo de Promoción y Financiamiento del Cine (Fonprocine), ejerce funciones de administración tributaria, con la finalidad de recaudar, administrar y fiscalizar las contribuciones especiales que luego serán destinadas al desarrollo y financiamiento de obras en la industria cinematográfica venezolana apoyadas por la gestión CNAC.
No obstante, la temática del cine venezolano en los últimos tiempos se ha mantenido dentro de argumentos relacionados con el barrio, tal es el caso de las producciones cinematográficas “La Hora Cero”, “Ciudad en Rojo”, “Huelepega”, la cual reflejan la pobreza, y la inseguridad que se vive en el país. Otro de los aspectos desarrollados en la temática venezolana y que ha marcado algún “record” de sintonía son los relacionados con hechos históricos como lo es la producción de “Taita Boves”, adaptación de la novela Boves El Urogallo, de Francisco Herrera Luque, dirigida por Luis Alberto Lamata donde relata uno de los episodios más terribles de la historia venezolana: la revuelta encabezada por el caudillo asturiano José Tomás Boves contra las clases dirigentes venezolanas y la causa independentista.
Una obra que llamó mucho la atención es el caso de “Macuro”, creada y dirigida por Hernán Jabes, cineasta venezolano, quien retrató dentro de su obra un hecho acontecido en el Pueblo de Macuro ubicado en Güiria, Estado Sucre, historia de una comunidad pesquera del Oriente del país, que se ve afectada por fuertes fallas de electricidad. Ante esta ausencia de energía, la comunidad decide pedir ayuda a una gran fábrica de cemento que cuenta con una planta generadora de electricidad quienes se niegan prestar su colaboración generando una rebelión.
Es imprescindible desarrollar actividades que incentiven a tener una mayor cultura cinematográfica, tales como: Concursos de cortometrajes, escuelas de actuación y de cine. De allí lo imprescindible de la puesta en marcha de las disposiciones reflejadas en la Ley de la Cinematografía Nacional (2005), Capítulo I, Título III, Artículo 17, que reza: La docencia, investigación, conservación, archivo y difusión cultural de obras cinematográficas y la coordinación de la participación en esta tarea de otras.
Dentro de los aspectos que se pueden mencionar es la diferencia del cine de ayer originado por la necesidad de representar la vida cotidiana y escapar de los problemas diarios. En oposición al cine actual, que es un poco más globalizados por su penetración en la sociedad son las producciones hechas con el estímulo que el CNAC da a los productores independientes, brindando asesoría y apoyo a las producciones cinematográficas nacionales, dentro y fuera del país, a través delos programas internacionales de producción cinematográfica de los cuales Venezuela forma parte: IBERMEDIA y DocTv IB.
El cine es una industria, una expresión artística, un espectáculo masivo, un medio de comunicación, un punto de encuentro, donde parte de nuestras vidas se han regocijado por éste entretenimiento cultural que terminó uniendo ciencia y espectáculo.
Uno de los componentes más importantes de los creativos es tener siempre ideas nuevas, frescas e innovadoras, es bueno seguir evolucionando y mejorando en todos los aspectos tecnológicos, humanos y técnicos para algún día poder competir con el mercado latinoamericano del cine. Es evidente que el CNAC ha ejecutado un excelente papel en su misión logrando 60 largometrajes, 95 cortometrajes y 7 telefilmes; ha llevado el cine venezolano a 630 ediciones de festivales, obteniendo 145 premios o menciones, y organizado 261 muestras de cine venezolano.
En ese sentido se cuenta con la Villa del Cine, quien cuenta con estudios, equipos para cine y televisión, salas de edición, departamentos creativos y depósitos para utilería. Se está avanzando, aun al cine venezolano le falta camino por recorrer, para tener mayor relevancia en nuestra sociedad, pero, hasta ahora, cada granito de arena ha cumplido su parte para poder decir con orgullo que el cine venezolano no es tan desconocido.
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