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Estudiar y trabajar una realidad mundial

En Venezuela como en gran parte del mundo, las ansias de superación personal llevan a miles de estudiantes a incluirse a temprana edad dentro de la población trabajadora que impulsa la economía de los países para poder cubrir las matrículas cobradas por las distintas universidades privadas

Es esta una de las razones por las cuales la mayoría de centro de educación superior previendo la situación, han creado la figura de becas trabajo dentro de las mismas instituciones, con los cuales los alumnos a través de sus labores desempeñadas obtienen descuentos en los montos de las mensualidades o en muchos casos la exoneración total de los pagos.

José Domínguez, es uno de los estudiantes de la Universidad Santa María (USM) que ha optado de manera momentánea por esta opción, comenta que motivado a sus pocos ingresos económicos, tomó la decisión de formar parte del cuerpo de trabajadores de la institución.

Domínguez explica que si bien es una ayuda para los alumnos no soluciona los problemas de recursos a los cuales a los cuales les toca enfrentarse día a día, “en mi caso actualmente curso el quinto semestre en la Facultad de Derecho y las exigencias en libros y guías es prácticamente diario”.

Por el motivo antes expuesto por el becario, Carlos Solano quien también era poseedor de una beca trabajo se arriesgó a abandonar su puesto para incluirse dentro de lo que califica como el verdadero mundo laboral “dinero por trabajo, igual tengo que trabajar pero ahora puedo administrar mi plata, aunque con mi rango de bachiller lo más que he podido conseguir son cargos de sueldo mínimo”.

Opciones como estas también son ofrecidas por universidades privadas como la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Metropolitana, bajo la misma metodología trabajo por exoneraciones en los pagos.

Máximo Orozco