martes, 10 de julio de 2012


Noches de aeropuertos

“Después de París, es hora de descubrir el norte de Europa. Mañana Dublín. Después frankfurt”. Garabatos en chino al dorso de una postal representando la Sagrada Familia de Barcelona. Joseph, como él se hace llamar, hace un tour por Europa. Por el camino, el joven ha conocido a Kate, una americana con la que viaja desde hace dos semanas. Dormir en los aeropuertos se ha convertido en algo normal para los dos chicos.
A miles kilómetros de Londres, lejos de los excesos de las fiestas europeas, pasajeros del mundo entero ocupan el aeropuerto a la espera de sus vuelos en la madrugada. El aeropuerto internacional Simón Bolívar es el feudo más importante en Venezuela, en el que convergen pasajeros de distintas latitudes de dentro y fuera  del país.
 ¿Pero qué puedes hacer cuando tu avión sale a las seis de la mañana?

Comer, dormir… y jugar

Cada noche, hay centenares de personas esperando el amanecer. “Un verdadero campamento de viajeros”, describe José Luis, con la cabeza recostada sobre su bolso, la boca abierta y abrazado a sus objetos de valor. El único ruido, el vaivén de los empleados de la limpieza. Sin embargo, muchos tienen ante ellos una noche en vela. En los rincones apartados, grupos de amigos juegan a las cartas, hacen un picnic o hablan entre ellos. “¡Qué solidaridad de la vida en comunidad! Cada uno vigila el bolso del vecino y lleva cuidado de respetar el silencio”, admite Marcia, asombrada.

Los expertos son fáciles de identificar.  Tapones en los oídos, máscara cubriendo los ojos, manta y, el lujo de los lujos, el colchón aislante. De vez en cuando, los fanáticos de esta forma de pernoctar montan una carpa bajo las miradas y rostros de asombro y de envidia de los novatos, luchando por recostarse entre dos reposabrazos. Los menos afortunados son los últimos en llegar. Alrededor de medianoche, cada uno se ha acomodado ya, poniendo dos bancos uno al lado de otro. Familias, adultos… Los jóvenes no son los únicos entusiastas de las noches improvisadas.

Consejos en internet

¿Improvisadas? No necesariamente. ‘Sleepingin airports’ (Durmiendo en aeropuertos) les aportará todos los consejos necesarios para la noche aérea. Si los hoteles tienen estrellas, los aeropuertos tienen sus ‘golden pillow’ (almohadas doradas). En la lista de éxitos, los Países europeos vuelan en lo más alto.. Amantes del confort, los del viejo continente han creado un espacio con camas y duchas. Sin embargo, este confort está reservado solamente a los viajeros oficiales entre dos aviones. Los pasajeros que quieren evitar pagar un taxi o una noche de hotel han de contentarse con el vestíbulo público del cual una parte esta cerrada entre medianoche y las 5 de la mañana.



Juan Pablo Narváez.



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