martes, 10 de julio de 2012


RECEPCIONISTA NOCTURNO:

Era una noche como cualquier otra, cuando Lorena Barrios, una joven de 28 años de edad, se  dirigía a su puesto de trabajo, el Hotel Puertas del Este,  ubicado en  Guarenas. 

Siempre salía a la misma hora, 6:30pm, con la finalidad de llegar antes del tiempo pautada para su inicio de jornada laboral.  Por lo general, era bastante fácil su labor, siempre y cuando tuviese presente los parámetros fundamentales que su puesto le exigía: responsabilidad, organización y  sobre todo, mucha discreción.
Era común ver a parejas entrar y salir a altas horas de la madrugada, pero lo importante para la señorita Barrios no era el motivo que los impulsaba a visitar aquél recinto, sino que su estadía y permanencia en él  haya sido satisfactoria en cuanto a los servicios y atenciones que ella les pudiese proporcionar desde su cargo como Recepcionista.

Aquella noche, un día viernes de quincena como de costumbre muy concurrido, entra al establecimiento una pareja, que particularmente ya diferencia del resto de los clientes que habían ingresado en horas anteriores, le llamó la atención que la mujer que acompañaba al caballero que estaba pagando la habitación, tenía los ojos hinchados, como si fuese producto de haber llorado mucho.  Ese peculiar detalle sería crucial para los acontecimientos que posteriormente se desarrollaron.  “Algo no marcha bien”, pensó la recepcionista, cuyo instinto le activó una alarma interior y la impulsó a mantenerse en estado de alerta ante cualquier irregularidad.
Efectivamente, en momentos  posteriores se estaba produciendo un escenario de violencia física en esa habitación 411,  que le había sido asignada a la pareja, a lo que rápidamente Lorena Barrios hizo un llamado a la Policía municipal de Guarenas, quienes rápidamente se trasladaron hasta el hotel.

Afortunadamente, el cuerpo policial intervino a tiempo, y no ocurrió ninguna desgracia; pero fueron lamentables los hematomas y contusiones que aquella mujer recibió en el rostro y el cuerpo.

Lorena Barrios se sintió muy orgullosa del papel que había desempeñado en toda aquella situación, estando segura de que si no hubiese estado allí, en ese momento preciso, hubiese podido ocurrir algo muy terrible que lamentar.

Los recepcionistas nocturnos de hoteles, mantienen un sistema de información general del estado del hotel, su clientela, el control de entradas, salidas, habitaciones libres, ocupadas, reservas, previsiones, etc .  Para ello, elaboran un esquema informativo, así como también el control, estado y copia de las llaves de todo el establecimiento.

Las típicas tareas administrativas que llevan a cabo consisten en manejar la base de datos, imprimir listados y proporcionar información actualizada a diario o bajo requerimiento a los jefes de cada departamento del hotel.

En algunos establecimientos hoteleros, el recepcionista del turno de día, está cualificado para llevar a cabo funciones de «jefe de recepción», por lo que cuenta con el poder de resolver quejas formales y tratar con clientes cuestiones cuya relevancia no acrediten la intervención del director. Asimismo, bajo dicha función extraordinaria, suele llevar a cabo un minucioso control de la información del establecimiento y la del resto del equipo de recepción.
  
MARYURY VEGA.



“Sabemos a qué hora salimos, Pero no a la que regresamos….”
“Areperas 24 horas: Satisfacción depaladares en la noche”

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