RECEPCIONISTA NOCTURNO:
Era
una noche como cualquier otra, cuando Lorena Barrios, una joven de 28 años de
edad, se dirigía a su puesto de trabajo,
el Hotel Puertas del Este, ubicado
en Guarenas.
Siempre
salía a la misma hora, 6:30pm, con la finalidad de llegar antes del tiempo
pautada para su inicio de jornada laboral.
Por lo general, era bastante fácil su labor, siempre y cuando tuviese
presente los parámetros fundamentales que su puesto le exigía: responsabilidad,
organización y sobre todo, mucha
discreción.
Era
común ver a parejas entrar y salir a altas horas de la madrugada, pero lo
importante para la señorita Barrios no era el motivo que los impulsaba a visitar
aquél recinto, sino que su estadía y permanencia en él haya sido satisfactoria en cuanto a los
servicios y atenciones que ella les pudiese proporcionar desde su cargo como Recepcionista.
Aquella
noche, un día viernes de quincena como de costumbre muy concurrido, entra al
establecimiento una pareja, que particularmente ya diferencia del resto de los
clientes que habían ingresado en horas anteriores, le llamó la atención que la
mujer que acompañaba al caballero que estaba pagando la habitación, tenía los
ojos hinchados, como si fuese producto de haber llorado mucho. Ese peculiar detalle sería crucial para los
acontecimientos que posteriormente se desarrollaron. “Algo no marcha bien”, pensó la
recepcionista, cuyo instinto le activó una alarma interior y la impulsó a
mantenerse en estado de alerta ante cualquier irregularidad.
Efectivamente,
en momentos posteriores se estaba
produciendo un escenario de violencia física en esa habitación 411, que le había sido asignada a la pareja, a lo
que rápidamente Lorena Barrios hizo un llamado a la Policía municipal de Guarenas, quienes rápidamente se trasladaron hasta el
hotel.
Afortunadamente,
el cuerpo policial intervino a tiempo, y no ocurrió ninguna desgracia; pero
fueron lamentables los hematomas y contusiones que aquella mujer recibió en el
rostro y el cuerpo.
Lorena
Barrios se sintió muy orgullosa del papel que había desempeñado en toda aquella
situación, estando segura de que si no hubiese estado allí, en ese momento
preciso, hubiese podido ocurrir algo muy terrible que lamentar.
Los
recepcionistas nocturnos de hoteles, mantienen un sistema de información
general del estado del hotel, su clientela, el control de entradas, salidas,
habitaciones libres, ocupadas, reservas, previsiones, etc . Para ello, elaboran un esquema informativo,
así como también el control, estado y copia de las llaves de todo el establecimiento.
Las
típicas tareas administrativas que llevan a cabo consisten en manejar la base
de datos, imprimir listados y proporcionar información actualizada a diario o
bajo requerimiento a los jefes de cada departamento del hotel.
En algunos establecimientos hoteleros, el recepcionista del turno de
día, está cualificado para llevar a cabo funciones de «jefe de recepción», por
lo que cuenta con el poder de resolver quejas formales y tratar con clientes
cuestiones cuya relevancia no acrediten la intervención del director. Asimismo,
bajo dicha función extraordinaria, suele llevar a cabo un minucioso control de
la información del establecimiento y la del resto del equipo de recepción.
MARYURY VEGA.
“Sabemos a qué hora salimos, Pero no a la que regresamos….”
“Areperas 24 horas: Satisfacción depaladares en la noche”
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